Obesidad

Puede acarrear graves riesgos y trastornos en nuestra salud. Cuidarnos nosotros mismos es una buena receta para prevenirlos.

La obesidad es una enfermedad

Puede ser una enfermedad en casos graves, pero siempre es una condición crónica que no se cura, aunque puede detenerse y necesita un control de por vida.

La sobrealimentación, la calidad no-saludable de lo que se ingiere y la vida sedentaria dan cuenta del 99% de sus causas.

El tratamiento más trascendental es cambiar el estilo de vida comiendo variado y con moderación, haciendo ejercicio y decidiendo no fumar son las claves. Además, un profesional te indicará dieta y un programa de ejercicio. A veces también es importante recurrir a un taller grupal o a tratamiento farmacológico.

¿A qué riesgo expone el sobrepeso y la obesidad?

Entre sus principales efectos para la salud se encuentran el aumento del riesgo cardiovascular, el desarrollo de diabetes, de accidentes cerebro vasculares, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer y otras patologías, así como la disminución de la esperanza de vida. También implican una menor calidad de vida y dificultades en el desenvolvimiento diario y social.

En Argentina, casi la mitad de la población adulta y un cuarto de la población infantil tienen sobrepeso y obesidad.

¿Cómo puedo prevenirlo en los integrantes de mi familia?

Quien prepara las comidas en casa, tiene la oportunidad de cuidar a los integrantes de la familia preparándoles comidas saludables. Y mucho mejor si se trata de comida casera compartida entre seres queridos.

¿Cómo cambio mi estilo de vida?

Comer variado y con moderación es una buena costumbre.

  • Antes que snacks o galletitas, es preferible consumir variedad de panes, cereales, harinas, féculas y legumbres.

  • Antes que postres y/o golosinas, es preferible comer diariamente frutas y verduras de todo tipo y color.

  • En todas las edades de la vida es importante consumir diariamente leche, yogur o quesos. Los lácteos deben ser de bajo contenido graso.

  • Comer una amplia variedad de carnes magras rojas y blancas, siempre retirando la grasa visible.

  • Preparar las comidas con aceite preferentemente crudo y evitar la grasa para cocinar.

  • Disminuir el consumo de azúcar y sal.

  • Reemplazar bebidas artificiales por agua y jugos naturales.

Hacer actividad física regular es fundamental, como mínimo 3 veces por semana:

  • Andar en bicicleta.

  • Aumentar la cantidad de cuadras que caminas habitualmente. Si tomas colectivo, bajar una o varias paradas antes.

  • Iniciar una actividad deportiva, como nadar.

  • Caminar al aire libre a paso ligero por lo menos 30 minutos por día: Mejoras tu circulación sanguínea, evitas infartos, bajas el colesterol, aclarás tu mente, tenes mejor humor, controlas tu presión arterial, descansas mejor y sobre todo, bajás de peso.

Cuida tu salud y consulta siempre con un médico.